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La guerra de Granada (I)

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Actualizado: 29-09-2016
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La Alhambra de Granada, centro polí­tico del reino

Tras el reinado de Enrique IV en el que no se produjeron grandes avances en la llamada Reconquista, los Reyes Católicos relanzaron el proyecto de vencer a los musulmanes y unificar religiosamente la pení­nsula Ibérica.

Transcurridos aproximadamente ochocientos años de hostilidades y periodos de paz los nazarí­es gobernaban en la parte sur-sudeste peninsular, en el entonces conocido como reino de Granada, lo que hoy serí­an las provincias de Almerí­a, Granada, Málaga y algunas partes de Jaén y Cádiz. Esta zona es una de las más abruptas de Europa gracias a sus serraní­as y cordilleras, formando una auténtica fortaleza natural muy difí­cil de tomar militarmente con los medios existentes en esa época.

Boabdil, último rey de Granada

Las hostilidades se reanudaron en 1481 cuando el sultán Abulhasán atacó por sorpresa la fortaleza fronteriza de Zahara y pasó a cuchillo a todos sus pobladores. Su objetivo era recuperar el apoyo popular mediante una victoria militar contra los cristianos. De hecho consiguió recuperar su prestigio entre sus congéneres pero también soliviantó a los caballeros cristianos de la zona, que como venganza lanzaron un contraataque tomando la ciudad granadina de Alhama, enclave muy cercano a la capital provocando terror y pavor entre sus ciudadanos. Finalmente estos hechos derivaron en la toma del poder por parte de Boabdil, hijo del sultán y la huida de Abulhasán a Málaga donde fue acogido por su hermano, El Zagal (valiente).

Posteriormente hubo un intento cristiano de atacar Málaga pero El Zagal descubrió  el plan y endosó una dura derrota a los cristianos en el barranco de la Ajarquí­a.  Esta victoria le encumbró y provocó las envidias de Boabdil que para rebasarle en dicho prestigio preparó un nuevo golpe subiendo por el rí­o Genil y atacando por sorpresa la ciudad de Lucena. Pero el tiro le salió por la culata ya que no sólo no logró vencer la fiera resistencia cristiana sino que cayó prisionero de las huestes castellanas siendo trasladado a Córdoba a presencia del rey Fernando. Este serí­a el inicio de una hábil diplomacia por parte del rey que reportarí­a grandes victorias sin necesidad del uso de las armas.

El 28 de agosto de 1483 Boabdil fue puesto en libertad a cambio de ser aliado y vasallo de Castilla, pagar tributo y liberar numerosos cautivos cristianos en Granada. Fernando sabí­a que si acababa con Boabdil dejarí­a como único lí­der al sultán y a su hermano El Zagal logrando la unidad del reino de Granada, de esta manera, liberándolo, lo dividí­a en dos bandos irreconciliables. Ya sabemos, la eterna divisa de divide y vencerás.

Dicho y hecho, al retorno de Boabdil a Granada se produjeron graví­simos enfrentamientos entre las dos facciones musulmanas en las que ninguno consiguió la victoria teniendo como colofón un final esperpéntico: Boabdil gobernarí­a desde el Albaicí­n granadino y Abulhasán desde la Alhambra.

Hasta aquí­ la guerra de Granada habí­a sido un intercambio continuo de operaciones sorpresa, golpes y ataques nocturnos. Pero tras la captura de Boabdil los Reyes Católicos la convirtieron en una guerra planificada perfectamente, con una evolución prevista y el uso de tácticas y técnicas militares modernas y la utilización de la diplomacia como una arma más.

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3 thoughts on “La guerra de Granada (I)

  1. Soy granadino y he dedicado muchas horas en archivos y leido gran cantidad de libros dedicados al tema. Estoy de acuerdo en que, el Rey Catolico, empleo todas las artimañas mas sucias, para debilitar el poder musulman en Granada. Esta claro que, fue ayudado economicamente por los judios. Cuando tuvo la ciudad en su poder, firmo el dia 31 de marzo de 1492 el decreto de expusion.Al dia siguiente de la toma de Granada, se empezaron a incumplir, las capitulaciones de Santa Fe. Un saludo

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  2. Hola Antonio, muchas gracias por tu aportación.

    No hay muchos datos sobre aportaciones económicas de los judí­os para la empresa cristiana pero lo que sí­ es evidente es que dentro de su cí­rculo de colaboradores más cercanos e incluso familiares habí­a gran cantidad de judí­os, y también conversos, por lo que su influencia no se debe de despreciar en absoluto.

    Las capitulaciones de Santa Fé son el acuerdo entre Colón y los Reyes Católicos, de ellas hablaré en las próximas entradas, para llevar acabo el proyecto colombino, quizás querí­as decir las capitulaciones para la rendición de Granada o como también se las conoce Tratado de Granada.

    Un saludo.

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