Estás aquí

Entrevista con Isabel I de Castilla

11527 lecturas
8 minutos
Actualizado: 29-09-2016
¡Compartir!
8 minutos

retratoIsabelInauguro esta nueva sección de Entrevistas a personajes importantes de la historia del Nuevo Mundo. Evidentemente  no son reales, aún no se puede viajar en el tiempo (creo), pero las respuestas del personaje son extraí­das de opiniones que han plasmado en cartas, documentos, leyes, etc, por lo que puede considerarse que son fidedignas. No olvido que muchas cosas están sujetas a interpretación y también creo que el propio personaje al leer lo que yo supongo que responderí­a es muy posible que me tirase el portátil a la cabeza. Pero correré el riesgo.

Tengo ante mí­ a nada más y nada menos que Isabel I de Castilla y León y un montón más de reinos, creadora junto al rey Fernando del estado  moderno castellano, una nueva forma de poder, impulsora del descubrimiento, conquista y colonización del Nuevo Mundo, protectora de los indios y  de una profunda religiosidad.

Pregunta: Bienvenida Majestad y muchas gracias por acceder a ser entrevistada.

Respuesta: Encantada, ni en sueños habrí­a podido evitarle, no pude negarme (risas).

P:  Me gustarí­a empezar preguntándole un poco sobre los hechos más importantes ocurridos durante su gobierno en España ¿Cuál fue el objetivo general de su reinado?

R: la unificación religiosa de los reinos ibéricos, así­ de sencillo. Al vencer al reino de Granada, nos encontramos con una gran variedad religiosa dentro de nuestras fronteras. Y esto suponí­a un grave riesgo para nuestro estado. Por ello decidimos forzar la conversión al cristianismo de los judí­os y musulmanes que continuaban residiendo entre nosotros. Si no se convertí­an deberí­an de salir de nuestros reinos. Sabemos que estas medidas fueron muy duras; tener que expulsar a importantes personalidades supuso un duro golpe pero tení­amos confianza en restituirlos con cristianos que acogiesen la verdadera fe y trabajasen en pos de su religión hasta en el lugar más recóndito de nuestra geografí­a. No admití­amos disensiones.

P: Mediante esas medidas finalmente consiguieron dicha unidad religiosa si bien en la posteridad mucha gente les acusa de racismo por haber expulsado a judí­os y moros. ¿Estuvo su acción inspirada en el racismo?

R: Esa teorí­a no tiene más respuesta que un no rotundo. A nosotros nos inspiraba la religión, las razas nunca nos importaron. Ofrecimos la oportunidad tanto a los judí­os como a los árabes de convertirse al cristianismo y de esa manera seguir entre nosotros, seguir ejerciendo sus tareas y sus negocios; de hecho muchos se convirtieron, aunque tristemente, algunos no lo hicieron sinceramente, sino continuaron realizando sus ritos y costumbres herejes en el refugio de sus casas, fuera de la vista de los demás, y lo que es peor, algunos hicieron proselitismo de sus religiones entre sus amigos y familiares cristianos. ¡Algo intolerable!

P: De ahí­ vino la instalación en España del Tribunal de la Inquisición.

R: Efectivamente, fue instaurado para perseguir a los cristianos judaizantes, es decir, a aquellos cristianos conversos que a pesar de su nuevo juramento y su nuevo credo seguí­an cometiendo herejí­a y, como ya he dicho, trataron de expandir su religión entre buenos cristianos. Por esto introdujimos el Santo Oficio.

P:  Pero aparte de la cuestión religiosa también crearon, se podrí­a decir, un nuevo tipo de estado centralizado quitándole gran parte del poder que siempre habí­a tenido la nobleza castellana.

R: Así­ es, si querí­amos crear un gran estado todos tení­an que colaborar, y la forma de hacerlo por parte de la nobleza fue renunciando a gran parte del poder polí­tico que habí­an acumulado durante los últimos siglos. Si bien hemos de reconocer que en el aspecto económico continuaron teniendo gran peso, contra esto poco pudimos hacer porque les necesitábamos para nuestra misión. Fue una gran obra colectiva.

P:  Perdone su majestad, me encantarí­a seguir hablando sobre Castilla pero nuestro objetivo es dar a conocer los aspectos más importantes de las nuevas tierras descubiertas, es decir, del Nuevo Mundo.  Hablemos sobre su impulsor, D. Cristóbal Colón.  ¿Por qué decidieron finalmente apoyar el proyecto de Cristóbal Colón?

R: El almirante nos ofreció su proyecto años antes e insistió mucho pero nos encontrábamos embarcados en plena lucha contra los musulmanes y no tení­amos fondos ni tiempo para dedicar a otra cosa. Tras lograr nuestros objetivos pudimos escuchar con más detenimiento al señor Colón y llegar a un acuerdo para la realización de su viaje. Mis asesores jugaron un importante papel en nuestro cambio de opinión, además de que encontramos la forma de que la expedición no resultase tan gravosa para el reino mediante el apoyo particular de algunas personas.  Así­ todo fue más fácil.

P: ¿No pensaron que estaba loco?

R: (Risas) ¡No!, que algo nos parezca aventurado o, incluso, imprudente no significa que sea una locura. El almirante transmití­a gran ilusión, convencimiento y fervor en sus ideas.

P: Después de todos los viajes realizados, los éxitos, los fracasos, las rebeliones, etc… ¿qué opinión le quedó sobre el almirante?

R: La de un gran hombre, un gran marinero, un gran cientí­fico. Con su esfuerzo y dedicación entregó grandes tierras a nuestra corona y nos dio la oportunidad de llevar la santa religión católica a recónditas tierras. Allí­ trabajaron durante muchos años nuestros religiosos. Gracias a él se han salvado infinidad de almas. No tengo más que grandes palabras hacia él.

P: Pero, sin ánimo de rebajar sus méritos, ¿no piensa que Colón mintió sobre la real riqueza y rentabilidad de las nuevas tierras descubiertas? Tanto en su Diario como en sus cartas habla de maravillosas y riquí­simas tierras que luego se comprobó que no eran tan ricas ni tan rentables.

R: Desde luego que erró, todos lo hacemos. Muchos castellanos viajaron hasta allí­ pensando que podrí­an recoger las pepitas de oro del suelo sin tener que escavar, o que las frutas saldrí­an de la tierra por sí­ solas sin tenerlas que plantar, regar y recoger, y culpa de esto gran parte la tiene el Almirante. Pero prefiero pensar que no lo hizo con mala intención sino poseí­do por ese animoso y emprendedor espí­ritu y por las ganas de encontrar indicios de esas riquezas que nos habí­a prometido a todos.

P: Me gustarí­a hablar de un tema delicado: los nativos de la isla Española. ¿Qué opina sobre el trato que los colonos les dispensaron primero con los Repartimientos y luego con la Encomienda?

R: Sí­, efectivamente es un tema muy delicado. Para la religión cristiana todas las personas son criaturas de Dios, tanto las que están dentro de nuestra verdadera religión como las que no. Fuimos a las Indias a ofrecer nuestra mano cristiana invitándoles a unirse a nuestra fe y, de hecho, muchos se unieron a nosotros pero otros muchos no lo quisieron hacer debido a que no entendí­an como algunas personas llamadas cristianas eran capaces de serlo cuando con ellos se portaban tan mal. El Repartimiento instaurado por los Colón fue brutal y despiadado y contra ello luchamos prohibiéndolo y creando la Encomienda que pensamos iba a ser mucho más justa con el nativo, ya que mediante ella el colono se comprometí­a a cuidar y educar al indio a cambio de su trabajo, pero no un trabajo cualquiera, sino con unos horarios, dí­as de fiesta y un sueldo que ordenamos al gobernador Ovando que regulase e hiciese justo. Igualmente le exigimos que se protegiese al indio, que se mezclase entre los cristianos para así­ evangelizarles más fácilmente y vivir juntos en las mismas ciudades.

P: Pero a pesar de la buena intención de sus altezas se produjeron muchos abusos.

R: Sí­, tiene razón y ello nos llenó de pesadumbre pero intentamos por todos los medios mediante leyes, en un codicilo que redacté en mi propio testamento, que aquellos que maltratasen o explotasen en exceso a los nativos de la Española fueran juzgados por ello, pero las distancias y la corrupción a veces hací­a extremadamente difí­cil cumplir con nuestras órdenes.

P: Majestad, ¿Cuál fue el objetivo de la colonización del Nuevo Mundo?

R: Sin duda el más importante, al igual que en nuestros reinos europeos, fue entregar a la Santa Madre Iglesia nuevas tierras y nuevos súbditos. Y así­ lo hicimos.

P: Pero, sin ánimo de importunarle, los primeros sacerdotes no llegaron hasta el segundo viaje y en cuanto vieron lo mal que estaba el asunto se volvieron y además se hizo evidente que las expediciones estaban organizadas para intercambiar objetos con los nativos y encontrar oro con que enriquecer a su monarquí­a.

R: Claro, cuando hay que organizar una expedición de estas caracterí­sticas hay que contratar marineros, pagar los abastecimientos, alquilar o comprar naves y prepararlas para la travesí­a, toda una serie de gastos que si bien fueron muchos particulares los que los afrontaron sin nuestro apoyo no habrí­a sido posible llevarlas a cabo. Evangelizar, como dije hace poco, era la  misión principal pues fue lo que nos solicitó el Papa Alejandro VI en la bula que nos concedí­a la legitimidad para tomar aquellas tierras,  pero también necesitábamos la financiación de nuestra gran obra católica y la mejor forma de hacerlo fue encontrando esos recursos naturales que tanto necesitábamos en esas lejanas regiones. Desgraciadamente en nuestros reinos no disponí­amos de ellas.

P: Entendido, y ya para terminar, ¿Les habrí­a gustado visitar el Nuevo Mundo?

R: ¡Por supuesto que sí­! Pero los asuntos en España nos tení­an muy ocupados y un viaje como ese habrí­a supuesto abandonar el gobierno de Castilla y León y el resto de los reinos, por lo que no habrí­a sido posible. Confiábamos plenamente en nuestros delegados para el buen gobierno de las Indias.

P: Muchas gracias Majestad ha sido un placer tenerla en nuestro blog de Historia del Nuevo Mundo.

R: Gracias a vosotros por darme la oportunidad de dirigirme directamente a todo el mundo.

Rating: 9.4/10. From 24 votes.
Please wait...

4 thoughts on “Entrevista con Isabel I de Castilla

  1. Mola… pero te ha faltado la pregunta más importante:

    ¿ Es cierto, majestad, que no se mudaba de ropa interior (nunca)?

    Otra vez será.

    Rating: 5.0/10. From 5 votes.
    Please wait...
    1. Querido Santi,

      Esa pregunta la responderá cuando esté funcionado la sección “Corazón corazón” del blog. Mientras tanto seguiremos con la duda de tan trascendental cuestión histórica.

      :o)

      Rating: 10.0/10. From 1 vote.
      Please wait...
  2. Buenísima idea y magnífica entrevista…
    Conservo yo cierta carta encontrada de casualidad en los archivos de Indias de Su Majestad…

    Me inclino ante tan gran mujer y gobernadora…

    Rating: 10.0/10. From 1 vote.
    Please wait...
    1. Muchas gracias Antonio, ya nos enseñarás esa carta de su majestad, un abrazo

      Rating: 10.0/10. From 1 vote.
      Please wait...

Comments are closed.

Top