Si al fundador de la ciudad de Panamá, Pedrarias Dávila, le dijesen que en el año 2011 su ciudad sería atacada de nuevo por los piratas no daría crédito, le sonaría a broma y probablemente se indignaría y ordenaría poner a las tropas españolas en alerta para evitar ese desalmado ataque.
La ciudad vieja de Panamá, la realmente fundada por Pedrarias, fue destruida en el año 1671 por el pirata inglés Henry Morgan junto a sus 1400 piratas asesinos que robaron, violaron y asesinaron todo lo que pudieron. El ataque terminó con un gran incendio que deboró la ciudad. Los tristes panameños decidieron reconstruirla con las mismas piedras que la antigua en una península a unos kilómetros del viejo emplazamiento, en un lugar mucho más fácil de defender de posibles ataques. Así quedó constituida la ciudad vieja de Panamá, que es la que actualmente se conserva y que es patrimonio de la Humanidad desde el año 1997.
Pues bien, todo este bellísimo conjunto histórico-arquitectónico está sufriendo un nueva ataque pirata que puede acabar con ella ¿pero quiénes son los piratas? Pues son una constructora brasileña llamada Odebrecht y el propio gobierno panameño encabezado por su presidente, Ricardo Martinelli, que pretenden construir una autopista justo alrededor de la ciudad vieja de Panamá, ahogándola y separándola del mar por una montaña de acero y asfalto.
Contra este brutal atentado contra la historia y el patrimonio cultural panameño se han levantado la Fundación Calicanto y la Asociación de Vecinos y Amigos del Casco Antiguo, que no solo tratan de preservar el legado histórico del mismo sino que promocionan y ejecutan programas de educación y cultura entre los habitantes de la zona.
Desde aquí queremos expresar nuestro más firme apoyo a todas las iniciativas que emprendan estas organizaciones para defender y promover la conservación y el conocimiento de la historia y la cultura panameñas. Y también queremos condenar y mostrar nuestro absoluto rechazo a cualquier acción que vaya en contra de la riquísima cultura hispanoamericana y condenar con mucha más rotundidad si estos ataques son por puro negocio y beneficio de unos pocos.
Para más información esta es la web de la Fundación Calicanto:
http://fundacioncalicanto.org/
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